La famosa guitarra Kramer utilizada por Eddie Van Halen en el video de Hot For Teacher se vendió por casi $4,000,000 en una subasta.
Inicialmente, los subastadores de Sotheby’s le dieron a la guitarra una estimación de $ 2-3 millones, pero logró alcanzar el sorprendente precio de $3,932,000, lo que la convierte en una de las guitarras más caras jamás subastadas. Solo se han subastado otras dos guitarras a un precio más alto, ambas pertenecientes a Kurt Cobain: la Smells Like Teen Spirit Mustang, que se vendió por $4,550,000, y su Martin D-18E del icónico set MTV Unplugged de Nirvana, que vendido por $ 6,010,000.
Sotheby’s obtuvo la guitarra a través de Gregg Emerson, técnico de batería de Van Halen que se retiró, alrededor de 1990, quien luego se la pasó a su sobrino. Después se vendió a Neal’s Music en California, donde el propietario previo a la subasta la recogió. El nuevo dueño de la guitarra recibirá una carta de procedencia de Paul Unkert y una foto firmada por Eddie Van Halen, así como la camisa de fuerza y los guantes blancos que se usaron en el vídeo.
El nuevo propietario también recibirá el estuche original de la guitarra.
La icónica guitarra de Van Halen presenta un mástil de arce atornillado de 22 trastes con una humbucker Seymour Duncan, un solo control de volumen y un puente Floyd Rose.
El guitarrista de Soundgarden Kim Thayil, el bajista de Nirvana, Krist Novoselic y el batería de Soundgarden y Pearl Jam, Matt Cameron han unido fuerzas en una nueva banda llamada 3RD Secret. El grupo, cuya formación se completa con Bubba Dupree, guitarrista de la banda de hardcore de D.C. Void y el supergrupo de metal alternativo Hater (también con Cameron), y las vocalistas Jennifer Johnson y Jillian Raye (compañera de banda de Novoselic en Giants in the Trees), lanzó por sorpresa su álbum debut homónimo, grabado y mezclado por el famoso productor de Seattle, Jack Endino, el lunes (11 de abril).
Novoselic insinuó la existencia de 3RD Secret en febrero, escribiendo en un tweet eliminado desde entonces: «Estoy muy ocupado tratando de terminar un disco. En medio de algunos problemas, buscando un lanzamiento a mediados de marzo. Pero es un secreto, así…¡No se lo digas a nadie!»
Listado de canciones de «3rd Secret»:
01. Rhythm Of The Ride 02. I Choose Me 03. Last Day Of August 04. Winter Solstice 05. Lies Fade Away 06. Live Without You 07. Right Stuff 08. Dead Sea 09. Diamond In The Cold 10. Somewhere In Time 11. The Yellow Dress
3RD Secret recientemente realizó un show secreto en el Museo de Cultura Pop de Seattle. Una foto de la actuación está disponible en el sitio web de la banda.
3RD Secret marca la primera colaboración de un álbum completo de Cameron y Thayil después de la muerte en 2017 del cantante de Chris Cornell.
Thayil expresó recientemente su esperanza de volver a formar equipo con sus antiguos compañeros de banda en un nuevo proyecto. «Creo que los tres tenemos interés en hacer cosas nuevas. Ciertamente nos gusta trabajar juntos».
Taylor Hawkins y su último show con Foo Fighters, en Lollapalooza Argentina, el domingo 20 de marzo
Apenas cinco días después de su inolvidable show en la edición argentina de Lollapalooza, Taylor Hawkins, batería de Foo Fighters, falleció en Bogotá, Colombia. En un escueto comunicado de prensa, la banda pidió privacidad, apoyando a la familia de Taylor. Tenía 50 años. La noticia llega con el dolor y el descreimiento de alguien que parecía eterno, por varios motivos. Hawkins forma parte de un particular linaje de baterías con personalidad y sonido propios, un verdadero epítome del rock & roll. Nacido en 1972 en Texas, tomó las baquetas tras los pasos de Neil Peart y John Bonham, respiraba el pavoneo extravagante de Jane’s Addiction, soñaba con la justa cualidad de The Police y le ofrecía un incesante culto al despliegue escénico de Freddie Mercury y Queen. No solo fueron los aporreos a los parches; la excelencia y crudeza de su tono en “Somebody to love”, en el último recital de Foo Fighters en Argentina, va a quedar sellado, no sin tristeza, en la historia grande del rock.
Incluso antes de eso, sin imaginarlo en ese instante, dejaba todo para cerrar su carrera en vida de forma antológica. En el Hipódromo de San Isidro, se le vió durante una hora y media dándole machaque sin piedad a la batería, como prueba suficiente de su supremacía artística: tanto en la erupción de punk clásico en “Breakout”, la cabalgata veloz de “No Son of Mine”, como también en el groove de los progresivos “The Sky is a Neighbourhood” y “Shame Shame”, hacia el crescendo épico de “My Hero”; Taylor Hawkins mantuvo, como de costumbre, la arquitectura de amplitud necesaria para que Foo Fighters hiciera un espectáculo a la altura de su legado.
Pero todavía faltaba un tramo, y lo mejor estaba por llegar.
Después de los solos, en el vídeo se ve salir a un Hawkins tímido desde la lejanía de su kit, casi fingiendo desinterés. Abraza con fuerza a Dave Grohl, mientras les dice a todos, “Yo fucking amo a Dave Grohl”, y comienza un nuevo evento: primero con el firuleteo vocal de Mercury para calentar sin miedo a más de 90.000 personas, y luego paseándose de principio a fin por todas las notas de una canción imposible para cualquier mortal.
“No, hermano, no otro de estos tipos, por favor”, confesaba Nate Mendel en el documental Back & Forth de 2011 sobre el ingreso de Hawkins a los Foo. Hawkins era un jocoso surfer de Laguna Beach con una enorme sonrisa, diametralmente opuesto a la introspección de ética post-hardcore de Mendel, que apareció en la narrativa de Foo Fighters luego de ser sesionista de Alanis Morisette. No hacía falta demasiado para que muchos entendieran que la canadiense tenía a un monstruo indomable detrás suyo.
Hasta «The Colour and the Shape» de 1997, los Foo eran un ave fénix, intentando con todas sus fuerzas resurgir de las cenizas de Nirvana en Seattle. Ese mismo año, el nuevo baterista y la eventual reubicación del grupo en Los Ángeles terminaron de mutarlos en esa institución del rock universal que se sacó una pesadísima mochila de encima, para así vender millones de discos, hacerse de una decena de Grammys, ser introducidos al Rock & Roll Hall of Fame, y llenar hasta el hartazgo estadios por el mundo.
Aunque el mayor aporte de Hawkins a Foo Fighters extiende su dominio más allá de lo rítmico. Hubo algo sin dudas tridimensional en su persona, de un atractivo físico y aspiracional que destrabó varios elementos vitales para la carrera a largo plazo de los Foo. Grohl encontró rápidamente en él a un hermano, alguien capaz de empatar, o mejor dicho, amplificar su energía y bravura. Hawkins se sentaba con seguridad en la batería y también quería ofrecer un verdadero espectáculo del rock. “Fue Taylor el que estuvo detrás de eso, que toquemos más compenetrados y hacer una puesta en escena que fuera memorable”, dijo el guitarrista Chris Shifflett sobre su compañero.
Grohl y Hawkins en Lollapalooza Argentina, el domingo 20 de marzo
Desde la salida del video de “Big Me”, Grohl ya jugaba abiertamente con el humor, probablemente como reacción a la seriedad y a los fantasmas detrás del fin de Nirvana. “Los videos son avisos comerciales de caramelos”, dijo el cantante y guitarrista para asignarle un sello descontracturado a lo audiovisual, aunque revistiéndolo de cierta raíz irónica. Esa ironía era una destilación, aunque menos bufonesca, de lo que intentó Cobain, sin éxito, decirle a la industria del mainstream: Nirvana a ustedes no les pertenece.
Con Hawkins en el fondo, Foo Fighters se acomodó en el mainstream, pero sin perder integridad. En ocho discos oficiales, la luz de su ritmo es una pieza central, del cual toma ciertas concesiones, inclusive revelando sus dotes de cantante. Es imposible esquivar su voz en el luminoso “Cold Day in the Sun” de «In Your Honor», como también en el espeluznante cover Foo de “Have a Cigar” de Pink Floyd, y el respeto aural que le confirieron los miembros sobrevivientes de Led Zeppelin cuando se puso al frente del tema «Rock and Roll» en el los premios Kennedy Center Honors. Semejantes inquietudes se consolidaron en el también relevante corpus con su proyecto solista de The Coattail Riders.
Varios obituarios y homenajes remarcan su vitalidad y su energía, esa espada de doble filo que empuñan los mejores paladines del rock, y que les profiere una estampita de eternidad, al mismo tiempo frágil, como una casa de naipes a punto de derrumbarse. Y por eso duele más. “Yo vivo gracias a que toco Rock& Roll”, dijo alguna vez. “Así que no voy a quejarme de nada”.
Los miembros de Foo Fighters regresaron a Los Ángeles desde Bogotá, Colombia, después del trágico fallecimiento de su batería, Taylor Hawkins.
En una entrevista de 2021, Grohl reflexionó sobre la primera vez que conoció a Hawkins. «Estábamos en el backstage de un programa de radio y se acercó con una cerveza en la mano», recordó Grohl. «Me dice: ‘Oye, hombre, ¿qué pasa? Soy Taylor. Toco con Alanis Morissette. Amigo, me encanta tu disco. ¡Es genial!’ Era tan apasionado. Yo estaba como, ‘Wow, eres mi gemelo o mi espíritu animal o mi mejor amigo’…en los primeros 10 segundos de conocerlo».
Durante el concierto de Foo en Lollapalooza Argentina, solo cinco días antes de su muerte, Hawkins le dijo a la audiencia: «Amo a Dave Grohl. Estaría repartiendo pizzas si no fuera por Dave Grohl. Estaría en el departamento de baterías en un Guitar Center si no fuera por Dave Grohl».
La banda tocó en Lollapalooza Chile el 18 de marzo y en Lollapalooza Argentina el 20 de marzo. Estaban programados para encabezar Lollapalooza Brasil el domingo (27 de marzo).
Taylor Hawkins, batería de Foo Fighters, ha muerto este viernes en Bogotá (Colombia) a los 50 años. El grupo estadounidense era el cabeza de cartel del macrofestival Estéreo Picnic, donde tenía previsto actuar este viernes.
Horas antes de la actuaciónfue descubierto el cuerpo sin vida del músico en la habitación de su hotel, sin que se conozcan aún las causas.
Taylor Hawkins era lamano derecha de Dave Grohl en Foo Fighters desde su llegada al grupo, en 1997, solo dos años después de que Grohl comenzara con el proyecto tras el final de Nirvana.
Taylor Hawkins nació en Fort Worth, Texas, en 1972. Fue el batería de gira de Sass Jordan y Alanis Morissette antes de unirse a Foo Fighters en 1997. Excepto por el debut homónimo de la banda en 1995, Hawkins ha grabado cada uno de los álbumes de estudio de la banda, desde poco después de la finalización de «The Color And The Shape» de 1997, desde «There Is Nothing Left To Lose» de 2000, a «Medicine At Midnight», que se lanzó el año pasado.
Fuera de los Foos, Hawkins apareció en el álbum de Brian May de 1998 «Another World» y en el álbum debut homónimo de Slash de 2010. También actuó con Coheed and Cambria, Taylor Hawkins and the Coattail Riders, y The Birds of Satan, y estuvo de gira con Alanis Morissette antes de unirse a FF.
Hombre carismático de melena rubia, filosofía vital californiana y estilo exuberante, era el tipo de batería que tocaba como si boxeara. La intensidad de su pegada y la pirotecnia de su ritmo, típicos del rock duro de la costa oeste de EEUU, heredero del glam de los años 70, encajaron a la perfección en lo que buscaba Grohl. El propio Grohl había sido el inolvidable batería de Nirvana, y tras el suicidio de Kurt Cobain se propuso continuar haciendo rock con mucho músculo, pero más luminoso. Taylor Hawkins fue para ello su aliado más fiel, un party animal siempre sonriente que además se convirtió en uno de sus amigos más cercanos.
Rápidamente Foo Fighters se convirtió en el gran grupo de rock de estadio de su tiempo, y durante dos décadas ha permanecido como uno de los favoritos de los aficionados al rock, especialmente en sus incandescentes y maratonianos directos.
«La familia Foo Fighters está devastada por la trágica y prematura pérdida de nuestro querido Taylor Hawkins. Su espíritu musical y su risa contagiosa vivirán con todos nosotros para siempre», ha transmitido el grupo en un comunicado difundido en sus redes sociales. «Nuestros corazones están con su esposa, hijos y familia, y pedimos que su privacidad sea tratada con el máximo respeto en este momento inimaginablemente difícil», añade dicho comunicado.
Foo Fighters se encuentra inmerso en una gira mundial, en su momento aplazada por la pandemia, y cuya etapa europea comenzaba el 8 de junio en Berlín y tenía previstas dos fechas en nuestro país: Valencia (16/6) y Madrid (20/6). A esta hora no hay ningún comunicado oficial del motivo de la muerte de Hawkins, así como de los conciertos que restan a la extensa gira.
Come as you are es el (original) título de la nueva película sobre el vocalista y compositor de Nirvana, Kurt Cobain, un retrato emocional sobre la salud mental, las adicciones, el amor y la tragedia. Esta breve película biográfica, dirigida por la cineasta Alyse Kane Riley, cuenta la historia Kurt Cobain y Courtney Love: un retrato desnudo y emocional de la salud mental y la adicción, el amor y la tragedia en esta breve película biográfica.
Esta es una mirada subyacente a la vida de dos personajes imperfectos, que fueron idolatrados por muchos: Kurt Cobain y Courtney Love. La cineasta, Alyse Kane Riley, escribió esta película para desestigmatizar los problemas de salud mental y la adicción al destacar también el amor y la esperanza que compartían. Una historia muy diferente a la retratada en los principales medios de comunicación. Se trata de contar una historia cruda, sobre personas reales, con experiencias humanas reales.
Para muchos, Kurt Cobain era un dios, una figura intocable, pero para alguien era un padre, un esposo, un amigo. No olvidemos que muchas personas con estos problemas de salud mental y adicción son los seres queridos de alguien.
Open Road Films ha adquirido los derechos mundiales de la comedia de terror Studio 666, protagonizada por Dave Grohl, Taylor Hawkins, Nate Mendel, Pat Smear, Chris Shiflett y Rami Jaffee. El elenco estelar también incluye a Whitney Cummings, Leslie Grossman, Will Forte, Jenna Ortega y Jeff Garlin. La película, dirigida por BJ McDonnell, está programada para un amplio estreno en cines en más de 2.000 salas el 25 de febrero de 2022 (USA). La fecha de estreno internacional de la película se anunciará pronto.
En Studio 666, la legendaria banda de rock Foo Fighters se muda a una mansión en Encino llena de espeluznante historia del rock and roll para grabar su tan esperado décimo álbum. Una vez en la casa, Dave Grohl se encuentra lidiando con fuerzas sobrenaturales que amenazan tanto la finalización del álbum como la vida de la banda.
«Después de décadas de videos musicalesridículos y numerosos documentales musicales bajo nuestro cinturón colectivo, finalmente llegó el momento de llevarlo al siguiente nivel…un largometraje de comedia de terror», dijo Grohl. «Como la mayoría de las cosas Foo, ‘Studio 666’ comenzó con una idea descabellada que se convirtió en algo más grande de lo que jamás imaginamos. Filmado en la misma casa donde grabamos nuestro último álbum ‘Medicine At Midnight’ (te dije que ese lugar estaba embrujado!), queríamos recuperar la magia clásica que tenían todas nuestras películas de rock and roll favoritas, pero con un giro: gore divertidísimo. Y ahora, con la ayuda de Tom Ortenberg y el equipo de Open Road Films, finalmente podemos sacar a este gato de la bolsa después de mantenerlo como nuestro secreto mejor guardado durante dos años. Prepárate para reír, gritar y sacudir la cabeza con tus palomitas de maíz. ‘Studio 666’ te joderá».
McDonnell comentó: «Studio 666 es una combinación perfecta de todas las cosas que amo. Rock, terror y comedia, todos unidos en una película muy emocionante. Estoy muy emocionado de haberme asociado con los Foo para crear una película de banda de la vieja escuela. Han pasado años desde que vimos algo como ‘Help!’ de The Beatles, ‘Head’ de The Monkees o ‘Kiss Meets The Phantom Of The Park’. ¡Diversión de la película de la banda, mézclela con el horror y nace ‘Studio 666’! Estoy muy emocionado de que el público del cine y la música se reúnan y disfruten de nuestra película».
«Durante la última década, hemos tenido la suerte de colaborar con Foo Fighters en una variedad de grandes proyectos», dijeron los productores John Ramsay y James A. Rota. «Ya sean documentales, series de televisión o videos musicales, siempre aportan su gran talento y su legendario sentido del humor. ‘Studio 666’ lleva esto a un nivel completamente nuevo y no podríamos estar más orgullosos de esta película. Podemos no espere para compartirlo con el mundo».
Basada en una historia de Grohl y un guión de Jeff Buhler y Rebecca Hughes, Studio 666 es una producción de John Ramsay y James A. Rota de Roswell Films y Therapy Studios.
El Salón de la Fama del Rock and Roll ha revelado una lista inicial de presentadores e intérpretes estelares que subirán al escenario durante la 36a ceremonia anual de inducción el 30 de octubre en Rocket Mortgage Fieldhouse. Las entradas limitadas están a la venta ahora, incluidas las retenciones de producción recién lanzadas.
La alineación inicial de invitados especiales incluye:
Angela Bassett presentando a Tina Turner, con actuaciones de Christina Aguilera, Mickey Guyton, H.E.R. y Bryan Adams
Taylor Swift presenta a Carole King, con actuaciones de Taylor Swift y Jennifer Hudson.
Drew Barrymore presentando The Go-Go’s
Paul McCartney presentando a Foo Fighters
Lionel Richie presenta a Clarence Avant para el premio Ahmet Ertegun
Los miembros de este año son: Tina Turner, Carole King, The Go-Go’s, Jay-Z, Foo Fighters y Todd Rundgren en la categoría de intérprete, junto con Kraftwerk, Charley Patton y Gil Scott-Heron por Early Influence, LL Cool J, Billy Preston y Randy Rhoads por excelencia musical y Clarence Avant por el premio Ahmet Ertegun.
El líder de Foo Fighters, Dave Grohl, fue incluido anteriormente en el Rock Hall como parte de Nirvana en 2014. Rhoads es uno de los guitarristas de hard rock / heavy metal más influyentes de todos los tiempos.
Aunque los artistas son elegibles para el Salón de la Fama del Rock And Roll 25 años después del lanzamiento de su primer álbum o sencillo, grupos icónicos de hard rock y metal como Iron Maiden, Judas Priest y Motorhead aún no han sido reconocidos por la institución, que incorporó a Guns N’Roses en el primer año de elegibilidad de esa banda.
Fender anunció hoy el lanzamiento mundial de la guitarra Kurt Cobain Jag-Stang, que conmemora el 30 aniversario del influyente disco de Nirvana, Nevermind. La guitarra Signature Jag-Stang es una reedición del modelo personalizado del legendario intérprete, que incluía una combinación de sus elementos favoritos de sus guitarras Fender Jaguar y Mustang. La génesis del diseño de la guitarra de Kurt CobainJag-Stang se remonta a los diarios personales de Cobain llenos de collages de fotos y dibujos de su idea para un híbrido entre guitarra Jaguar y Mustang.
Estos bocetos detallados de la guitarra Fender de ensueño de Cobain dibujados en 1993 cobran vida en este lanzamiento de 2021.
La guitarra está construida de acuerdo con las meticulosas especificaciones de Cobain, utilizando pastillas humbucker personalizadas y de bobina simple de estilo vintage, una longitud de escala de 24″ que le da a la guitarra una sensación y facilidad de ejecución característica de la guitarra Mustang, que Kurt prefería, y por supuesto, la forma icónica del cuerpo.
Disponible en modelos para diestros y zurdos para honrar al legendario zurdo, la Kurt Cobain Jag-Stang se adapta a tus preferencias de juego para aquellos que buscan emular su estilo icónico en el escenario.
«Desde que comencé a tocar, siempre me han gustado ciertas cosas de ciertas guitarras, pero nunca pude encontrar la combinación perfecta de todo lo que estaba buscando», dijo Kurt Cobain en una entrevista de 1994. «La Jag-Stang es lo más parecido que conozco».
Se vio a Cobain tocando una variedad de guitarras Fender a lo largo de los años, pero sus Fender Jaguar y Mustang siguen siendo las más icónicas debido a su uso en la gira Nevermind y en el vídeo musical Smells Like Teen Spirit. La Jag-Stang, diseñada por el propio Cobain, combinó sus elementos favoritos de cada una de estas guitarras en una creación personalizada. Cobain tocó su propia Jag-Stang en vivo varias veces en la gira In Utero antes de su prematura muerte. Pero al igual que el legado de Cobain, la guitarra sobrevivió después de ser entregada al guitarrista de R.E.M, Peter Buck, quien la usó en varios de los videos de la banda.
«Cuando echamos un vistazo a los bocetos que Kurt Cobain había elaborado para la guitarra de sus sueños, nos impresionó lo intrincado que era su diseño. Honramos el modelo original: todas las especificaciones de la nueva Jag Stang son como eran. Nada nuevo se le hizo, realmente queríamos mantenerla alineada con la visión de Kurt. A través de nuestra relación con Kurt Cobain Estate, siempre supimos que queríamos darle vida a su visión. Ha sido un inmenso honor ayudar a traer su idea para hacer realidad y revivir este modelo», dijo Justin Norvell, vicepresidente ejecutivo de Fender Products.
La Kurt Cobain Jag-Stang viene en acabados Fiesta Red y Sonic Blue y todas las especificaciones son como eran en el modelo original de Kurt, en honor a su creación. La guitarra cuenta con un cuerpo de aliso, escala 24″, diapasón de palisandro de radio 7,25″. Además, las pastillas humbucker personalizadas y de bobina simple de estilo vintage permiten a los músicos recrear los tonos clásicos de Cobain. Los interruptores deslizantes Mustang brindan la flexibilidad de cuatro configuraciones distintas para una variedad de tonos en o fuera de fase, perfectos para replicar los sonidos impactantes de la guitarra de Kurt.
Originalmente diseñada por Kurt Cobain y Fender Custom Shop, la guitarra se finalizó justo antes de la muerte de Cobain. Aunque solo se usó en vivo en algunos de los últimos shows de Nirvana, la documentación de esta guitarra personalizada se conserva en sus diarios personales, hechos públicos después de su fallecimiento. Estos bocetos no solo ilustran la historia del Jag-Stang diseñada por Kurt Cobain, sino que también son piezas increíbles de la historia que personifican la relación entre Cobain y Fender.
El pasado 24 de septiembre se cumplieron 30 años del lanzamiento de una de los trabajos más emblemáticos del cuarteto californiano.
Si se hiciese una encuesta sobre cuáles fueron las bandas de rock más representativas de los ’90, seguramente Nirvana,Pearl Jam y The Smashing Pumpkins destacarían, con justicia, entre las más populares. Justamente esos tres grupos telonearon a los Red Hot Chili Peppers en la gira de Blood Sugar Sex Magik, quinto disco de los californianos, lanzado el 24 de septiembre de 1991. Se trata de un álbum que alcanzó un gran éxito global global maridando rock, funk, tatuajes, patinetes, tablas de surf y videoclips en MTV.
Después de años de cambios constantes de integrantes y profunda inestabilidad (que incluyó la muerte por sobredosis del guitarrista Hillel Slovak, fundador del grupo), los Chili Peppers se habían consolidado en Anthony Kiedis (voz), Michael “Flea” Balzary (bajo), John Frusciante (guitarra) y Chad Smith (batería) en Mother’s Milk, CD lanzado en 1989 que había ampliado notablemente los horizontes de la banda, tanto musicalmente como en audiencia. A pesar de eso, decidieron modificar notablemente su organización interna para el siguiente trabajo: convocaron al mítico Rick Rubin como productor, a Gus Van Zant como director de fotografía y de videoclips (esta última tarea junto a Stéphane Sednaoui) y firmaron su primer contrato con Warner Bros como discográfica. Para concretar la grabación, se mudaron a una mansión que había sido habitada por el mago Harry Houdini (a excepción de Smith, quien sostenía -como muchos otros- que el inmueble estaba embrujado, por lo que dormía en otra sede e iba a diario a pasar el día con sus compañeros).
Todo el trabajo quedó registrado en Funky Monks, documental en blanco y negro que, en una hora de duración, constituye una pieza audiovisual que brinda interesantes herramientas para dimensionar el proceso creativo del CD.
En el documental, las secuencias que retratan el día a día del grupo se mezclan con testimonios de los protagonistas, como uno de Flea que resume su espíritu: “Estar en los Red Hot Chili Peppers se trata de ser libre y no ser atado por nada, no tratar de encajar en ningún modelo, estilo o categoría”. Ese manifiesto se plasma de inmediato en el comienzo del disco con The Power of Equality, que inicia con Smith como director de orquesta anunciando el momento exacto de empezar: una oda a la igualdad entre personas y al poder que emana de ese soñado contrato social. La pieza sigue con la lasciva If You Have to Ask, en la que la guitarra de Frusciante se mezcla con vítores y aplausos: los cuatro jóvenes se despachaban con un nivel de autoconsciencia inédito en lo que iba de su carrera como banda. Y, si de reflexión sobre vida y obra se trata, la obra continúa en ese camino con la acústica Breaking the Girl, un lamento que discurre entre juegos vocales e instrumentación, con énfasis en la percusión.
Luego es el turno de otra oda a la exacerbada sexualidad que caracterizó a la banda desde sus inicios pero que estaba llegando a sus picos más altos, Suck My Kiss.
Y, otra vez, el freno de mano y la caída en picado emocional: el disco sigue con la balada I Could HaveLied, uno de los puntos más altos del disco: se trata de una catarsis de Kiedis acerca de su relación frustrada con Sinéad O’Connor. Posteriormente suena Mellowship Slinky in B Major, la máxima expresión funk del disco, claramente influenciado por la obra uno de los ídolos del grupo, George Clinton (quien les produjo el álbum Freaky Styley y al que la banda homenajeó en el clip de Dani California).
The Righteous & The Wicked sigue por el mismo carril con estribillo notable y coros a cargo de la inconfundible y eternamente joven voz de Flea, y es el preludio adecuado para uno de los grandes hits del disco: Give It Away. Acompañado por un videoclip multipremiado, se trata de un choque entre la potencia instrumental apoyada sobre la extraña melodía, y una lírica que pondera la cosmovisión de la multifacética artista alemana Nina Hagen.
El décimo tema es el homónimo al título del disco, y otra cabal demostración del enorme potencial que construyeron los cuatro jóvenes díscolos californianos reunidos en una casa ¿embrujada?: en Blood Sugar Sex Magik se lucen haciendo, literalmente, lo que quieren. Se trata de otra oda a la sexualidad, expresada en cada vocalización susurrada y también gritada, y en cada sonido, tanto sutiles como exagerados. Y, como a lo largo de todo el CD, llega el momento de la introspección: Under the Bridge, la autobiografía de un Kiedis sangrante por drogas duras enterrado en lo profundo de la oscuridad que, paradójicamente, lo cobija como único hogar.
El viaje continúa con con Naked in the Rain, una clase de funk rock; Apache Rose Peacock, un seductor monólogo que es al mismo tiempo coral; The Greeting Song, representante del rock más clásico y del virtuosismo sin igual de Flea para los arpegios; y My Lovely Man, continuadora del salvajismo de la primera época del cuarteto. Las últimas dos pistas son, respectivamente, la más extensa y la más corta del disco: la paródica pero también solemne Sir Psycho Sexy (de más de ocho minutos) y They’re Red Hot (cover de Robert Johnson en 71 segundos de pura velocidad).
La discográfica remasterizó el trabajo en 2006, edición en la que se agregaron Little Miss Lover y la preciosa versión de Castles Made of Sand, de Jimi Hendrix.
Así, con una catarata de hits, los Red Hot Chili Peppers alcanzaron la fama global definitiva y comenzaron una ambiciosa gira que terminaría de muy mala manera. Como si fuera una representación del arte de tapa del disco, en el que las lenguas de los integrantes intentan lamer una rosa pero se enredan entre espinas en el camino, las diferencias entre Kiedis y Frusciante se profundizaron, agudizadas por los consumos ingentes de heroína por parte del guitarrista y el pánico que le generó el éxito masivo. Dejó la banda de la que era fan desde adolescente (por primera vez) y volvería a sus filas para la grabación de Californication (1999, el otro disco fundamental del grupo) con sus brazos cauterizados pero repletos de cicatrices, y confirmó su status de ser un gran guitarrista y compositor.
Explosiva e introspectiva, novedosa y fiel al estilo clásico, rebosante de juventud pero madura: Blood Sugar Sex Magik es una obra cumbre de la música popular de los ’90 y el testimonio de que toda época memorable merece ser bien musicalizada.