Gretsch y Billy Duffy alzan el vuelo con una Falcon exclusiva para el guitarrista de The Cult

14 11 2024

The Cult, la legendaria banda que surgió de la escena post-punk de Inglaterra de principios de los 80, debutó en 1984. Con los riffs incendiarios del guitarrista Billy Duffy, la banda mezcló elementos de psicodelia, gótico y hard rock para crear el sonido contundente que se convertiría en su sello distintivo.

En 2024 se celebra el 40º aniversario de The Cult, un hito denominado «8424», en el que «84» indica su año de debut y «24» marca su 40º aniversario. Casi medio siglo después, la banda está más fuerte que nunca y ofrece sus electrizantes espectáculos en directo a legiones de fans cada vez mayores en todo el mundo.

Para conmemorar este increíble hito, Gretsch y Billy para lanzan la edición limitada G8424TG Billy Duffy Signature Falcon. Inspirada en la Falcon «Sanctuary» original de Billy, la G8424TG presenta un acabado de laca de nitrocelulosa Vintage White con ribetes y herrajes dorados. Cada guitarra estará firmada a mano por Billy e incluirá artículos de regalo conmemorativos exclusivos de este modelo.

Duffy ha tocado muchas guitarras, pero la Falcon es la que más le asocia. No es de extrañar. Hay pocas cosas más atractivas que una Falcon en blanco vintage iluminada bajo la luz del escenario, y la guitarra semihueca parece una opción de rock ‘n’ roll de la vieja escuela en la era moderna, donde la guitarra eléctrica de cuerpo sólido es reina suprema.

Ahora, si piensas en las guitarras Gretsch, es posible que pienses en Chet Atkins, Eddie Cochran, Duane Eddy o uno de los promotores originales de «That Great Gretsch Sound». Pero tendrás que ir muy lejos para encontrar un defensor más apasionado de la marca.

Duffy dijo una vez que nos arrepentiríamos si nunca tuviéramos el placer de poseer una. “¿De verdad quieres ir a la tumba sin haber tenido nunca una Gretsch? ¡Debería estar en tu lista de deseos!”, dijo. A Duffy le picó el gusanillo de Gretsch al ver a Neil Young con una. Pero hubo otros que le hicieron interesarse por la marca.

“El primero tendría que ser Neil Young, de mi grupo de instituto de prepunk, y la gran Four Way Street Band”, dijo. “Como puedes imaginar por el nombre, ¡había algunos fans de Crosby, Stills, Nash and Young allí! Me fascinaban las guitarras Gretsch, parecían mágicas. Vi algunas fotos de Sylvain Sylvain de los New York Dolls… su guitarra era tentadora. La gota que colmó el vaso fue ver el primer concierto de Bow Wow Wow en una pista de patinaje en Hammersmith y Matthew Ashman, que había estado en Adam And The Ants, tenía una. Sabía que tenía que conseguir una. A mí también me gustaba AC/DC, obviamente Malcolm tenía una y siempre pensé que la tonalidad de sus guitarras era genial”.

La nueva Falcon de Duffy celebra los 40 años de The Cult, de ahí la designación, G8424T. Tiene un acabado en blanco vintage. El hardware incluye un cordal vibrato Bigsby B6GW, un puente Adjusto-Matic y un juego de Grover Imperials FTW.

Hay una placa conmemorativa dorada en la cubierta del alma para marcar el aniversario de The Cult. La placa del talón del mástil es de brillo dorado.

La G8424T tiene es de arce laminado en la tapa, trasera y laterales, con barras de tono de abeto paralelas. El mástil es de arce, pegado al cuerpo, y tiene el perfil Standard U de Gretsch, rematado con un diapasón de ébano con radio de 12”, con 22 trastes “vintage small”, traste cero e incrustaciones grandes de bloques perlados.

Tiene un par de humbuckers Black Top Filter’Tron de bobinado personalizado de Duffy, cada uno de los cuales tiene su propio control de volumen, con un tono maestro, mientras que el selector de pastillas de tres posiciones está montado en la parte superior de la guitarra.

“La Gretsch me permitió crear lo que creo que es lo más importante para cualquier guitarrista, que es encontrar tu propio sonido y tu propio estilo”, afirma. “Eso es lo que me permitió tocar una guitarra con este conjunto de atributos”.

Fabricada en Japón, incluye su propio estuche rígido conmemorativo. Con un precio de £4,349/$4,499, la G8424T Billy Duffy Signature Falcon ya está disponible.





The Police lanza «Synchronicity 40th Anniversary»

8 07 2024
The Police (Londres, 1983)

The Police fue una banda disfuncional en lo humano y perfectamente funcional en lo artísticoDesde 1977, Gordon «Sting» Sumner, Andy Summers y Stewart Copeland fueron un indescifrable eslabón entre el punk, el reggae, la new wave, la «world music». Lo hicieron sin necesidad de llevarse bien: ya en Zenyatta Mondatta (1980), el disco con el que visitaron Argentina, grababan en ambientes separados y las discusiones sobre el rumbo estilístico y el sonido eran frecuentes. La producción de Synchronicity fue aún peor…pero de ese caldo turbulento salieron discos perfectos.

El próximo 26 de julio verá la luz la primera reedición «deluxe» de un disco de The Police. Acorde con tantas disfuncionalidades, Synchronicity 40th Anniversary aparece a 41 años depués de su lanzamiento, pero a quién le importa?. En cuatro vinilos o 6 CD’s, el lanzamiento incluye 55 pistas inéditas: un menú de las típicas versiones alternativas, pero también canciones no incluidas en su momento, como «I’m Blind», «Goodbye Tomorrow», «Ragged Man», «Loch»; covers de Eddie Cochran («Three Steps to Heaven») y Chuck Berry («Rock and Roll Music»), tomas nunca publicadas de clásicos como «Truth Hits Everybody» (de Outlandos D’Amour), lados B perdidos en el tiempo y una generosa carga de 19 temas en vivo, allí donde The Police resolvía toda diferencia con shows demoledores. Por supuesto, la caja llega con un libro que analiza la historia del disco en un texto del periodista Jason Draper, fotos inéditas de la portada (que tuvo 36 versiones diferentes), memorabilia, nuevas entrevistas al trío. «Un tesoro para los fans»promete el sitio oficial, y es difícil no creerlo.

The Police Synchronicity 4LP Box Set

«Ese disco estuvo a una reunión de no hacerse nunca», confesó en 2004 Hugh Padgham a la revista especializada Sound on Sound. El productor ya había tenido su cuota de pesadillas en Ghost in the Machine, pero si en 1981 la cuestión fue organizar las complejas capas de sonido para temas como «Spirits in The Material World», «Every Little Thing She Does is Magic» y «Too Much Information», aquí el punto de tensión era otro. De manera razonable, Sting quería simplificar el sonido, extirpar el reggae del ADN de la banda, llevar la experimentación a otro lado. Pero eso significaba un choque directo con los complejos acordes de Summers y sobre todo con Copeland, un batería exquisito y multifacético al que le pedía directamente eliminar su identidad. En diciembre de 1982, tras 10 días de sesiones infructuosas, el manager Miles Copeland tuvo que viajar de urgencia al estudio AIR de la paradisíaca isla caribeña de Montserrat, y consiguió el milagro de hacerlos funcionar sin tener que poner a Padgham en la incómoda posición de árbitro de una lucha a muerte.

The Police Synchronicity 6CD Box Set

Copeland tocó en el baño y la cocina. Summers hizo lo suyo dentro del estudio. Sting se quedó en la sala de control: después diría que grabó el bajo escuchándolo a través del amplificador porque en los auriculares le sonaba a «pedos de sapo». Todo ello es cierto y hay decisiones de producción de sonido que dieron excelentes resultados, pero el ejemplo más contundente de lo que fue esa grabación es que «Every Breath You Take», la canción perfecta, nunca fue tocada a la vez por los tres músicosEl tema que sonaba en todos el mundo era un Frankenstein armado por Padgham y Sting a partir de tomas aisladas.

Sumando sesiones en Le Studio de Quebec (Canadá), Synchronicity estuvo listo en febrero de 1983. Miles, Padgham y los músicos podían respirar tranquilos: habían conseguido una obra monumental. Iba a poner punto final a una impactante carrera de cinco discos en igual cantidad de años, aunque en ese momento quizá solo lo intuyeran. Desde la arrasadora apertura de «Synchronicity I», el disco tenía clásicos instantáneos como «King of Pain», «Walking in Your Footsteps», «Wrapped Around Your Finger» y «O My God». Abría el Lado B «Miss Gradenko», que parece un out take de Zenyatta, y «Mother», una deformidad de Summers más cercana a sus experimentaciones con Robert Fripp (que también se filtra en «Walking in Your Footsteps») que desataría la ira de quienes preferían el lado más pop de la banda.

Es sabido que Sting bautizó el disco en honor a su fascinación con Arthur Koestler, autor de The Roots of Coincidence («Las raíces de la coincidencia») y Ghost in The Machine, y al propio Synchronicity de Carl Jung. Es una paradoja que toda esa sincronicidad y coincidencia no se verificara demasiado en los vínculos humanos, pero todo queda borrado ante la evidencia de diez canciones (once si se cuenta «Murder by Numbers», solo editada en casete y CD) afirmadas como rocas en las páginas de la música pop. La banda con nombre más antipático de la historia se despidió con un disco indiscutible. Pedirles que además fueran amigos quizá sea demasiado.

Además de las citadas versiones 4LP Box Set y 6CD Box Set el nuevo lanzamiento se encuentra disponible en una gran variedad de formatos:

Synchronicity 40 – 2CD Box Set
Synchronicity 40 – 180G Coloured Vinyl 2LP
Synchronicity 40 – Picture Disc LP