Una reunión increíble tuvo lugar el 31 de agosto de 1996. Fue entonces cuando Eddie Van Halen pasó el día con un tipo que había seguido sus pasos tocando junto a David Lee Roth: Jason Becker. Jason había sido diagnosticado con ELA y no estaba en buena forma. Van Halen vino a la casa de Jason para brindar amor y apoyo, además de una guitarra a su amigo y para filmar un video promocional de concienzación sobre la ELA. Durante ese tiempo, Eddie contó historias, habló sobre su proceso creativo y tocó música increíble, sonando exactamente como Eddie Van Halen incluso cuando tocaba la guitarra de Jason a través de un pequeño amplificador de prácticas.

Las imágenes, nunca antes vistas, muestran un lado de Eddie Van Halen que va mucho más allá de su brillante musicalidad: una personalidad dulce, cariñosa y generosa, desprovista de las trampas de la fama o el estrellato del rock. El vídeo también documenta la increíble fuerza de Jason Becker, quien había sido privado de su oportunidad hacia la fama, así como de sus geniales habilidades con la guitarra, pero aún encontró el coraje y la voluntad para luchar contra una enfermedad debilitante.

«Eddie era una persona tan hermosa», dice Becker. «Fue increíblemente amable conmigo y con mi familia. No solo fue mi mayor influencia, tenía un corazón tan grande. Honestamente, me salvó la vida».

Este vídeo es una pieza histórica de visita obligada, no solo para los guitarristas sino para todos. Realmente muestra la magia de la bondad y una profundidad de emoción que todos podemos usar más.

La historia de Becker es de brillantez, talento, determinación, adversidad y, en última instancia, triunfo. Jason, un niño prodigio de la guitarra, saltó a la fama en su adolescencia cuando era la mitad del dúo Cacophony, con su gran amigo Marty Friedman. En 1989, con solo 19 años y después de cautivar al público de todo el mundo, el joven virtuoso se convirtió en el guitarrista de David Lee Roth, siguiendo los enormes pasos de Eddie Van Halen y Steve Vai. Escribió y grabó en el tercer álbum en solitario de Roth, «A Little Ain’t Enough», y estaba listo para el estrellato cuando le diagnosticaron un dolor persistente en la pierna como enfermedad de la neurona motora (MND), también conocida como esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la misma condición con la que vivió Stephen Hawking durante más de cinco décadas. Es una condición fatal con una esperanza de vida de tal vez cinco años. Tal vez.

Eso fue hace 30 años. Perdió la capacidad de tocar la guitarra, caminar, hablar y respirar por sí mismo. Pero nunca perdió sus ganas de vivir ni sus ganas de crear música. Al comunicarse a través de una serie de movimientos oculares con un sistema desarrollado por su padre, Jason deletrea palabras, así como notas musicales y acordes. Él imparte su visión musical a su equipo, quien luego puede transcribir las notas en una computadora, editar las partes según sus exigentes estándares y luego generar gráficos para músicos de sesión. Su música inspiradora y su historia de vida han sido objeto de innumerables artículos de noticias y portadas de revistas.

El último álbum de Becker, «Triumphant Hearts», fue lanzado en diciembre de 2018 a través de Music Theories Recordings / Mascot Label Group. El disco presenta apariciones especiales de un quién es quién de los dioses de las seis cuerdas, incluidos Joe Satriani, Steve Vai, Neal Schon, Steve Morse, Paul Gilbert y Joe Bonamassa.