Höfner se declara en quiebra

17 12 2025

La marca de guitarras y bajos Höfner se ha declarado en quiebra en Alemania, según revela un nuevo expediente presentado ante el Tribunal de Distrito de Fürth, en Baviera.

Se han hecho públicos pocos detalles sobre la insolvencia; sin embargo, el expediente revela que se ha ordenado la administración provisional de la insolvencia de Karl Höfner GmbH & Co a partir del 10 de diciembre. Se ha nombrado un administrador concursal, que procederá a intentar rectificar las deudas en los próximos tres meses.

La empresa tiene una larga y rica historia. Fue fundada por Karl Höfner en 1887, en la entonces ciudad austrohúngara de Schönbach, y actualmente Luby, en la República Checa. Durante las décadas siguientes, la empresa se convirtió en uno de los mayores proveedores de instrumentos de cuerda de la zona y para la exportación. Como era de esperar, sus operaciones se redujeron durante la Segunda Guerra Mundial, y sus instalaciones se utilizaron para fabricar suministros para el ejército alemán. La reconstitución alemana de posguerra supuso la expulsión de los alemanes de Checoslovaquia, y Höfner se trasladó a Alemania Occidental, abriendo una nueva fábrica en Bubenreuth en 1950.

La empresa continuaría ampliando sus instalaciones durante las décadas de 1950, 1960 y 1970. Höfner fue adquirida por el grupo Boosey & Hawkes en 1994, lo que propició una mayor expansión. En 2003, Boosey & Hawkes vendió su división de instrumentos musicales, incluyendo Höfner, al Music Group como parte de una operación de rescate. En diciembre de 2004, Höfner fue vendida al veterano director general Klaus Schöller y a su esposa, la directora financiera Ulrike Schrimpff.

La marca ha fabricado innumerables instrumentos a lo largo de su historia, pero uno sigue siendo quizás el más reconocible: el bajo 500/1, también conocido como el bajo violín, que se hizo famoso gracias a Paul McCartney, a quien rara vez se le vio tocando otra cosa mientras estuvo en los Beatles. El bajo sigue siendo el instrumento más reconocible de Höfner y ha tenido muchos otros usuarios notables desde McCartney. El primer bajo 500/1 de McCartney tiene su propia historia: fue robado en 1972 y encontrado en un ático en Suffolk tras casi cinco décadas de búsqueda.