El tono de Carlos Santana generalmente se asocia con dos cosas: una guitarra eléctrica PRS y un amplificador de guitarra Mesa / Boogie. A lo largo de su carrera, la combinación probada ha sido la base sólida detrás del sonido de Santana y está en el corazón de algunas de sus temas más famosos.

Sin embargo, para su recientemente lanzado disco, Santana reinventó su propia rueda sónica. En lugar de optar por su configuración incondicional una vez más, cambió su venerado Mesa / Boogie por una selección diferente de amplificadores.

Como tal, Blessings and Miracles marca la primera vez que Santana ingresa a un estudio para grabar un álbum sin la ayuda de su confiable Mesa / Boogie.

Quizás aún más notable, marca un final potencial para la relación de larga duración de Santana con la compañía, que comenzó en los años 60 cuando Randall Smith comenzó a desarrollar productos en su tienda Prune Music. De hecho, cuenta la leyenda que fue Santana quien inicialmente nombró al amplificador en primer lugar. Según la leyenda popular, Santana, después de probar uno de los diseños de Smith, exclamó: «That little thing really boogies!», dando así a luz el nombre Mesa / Boogie.

Santana habló sobre su reciente cambio y reveló: “este es el primer álbum en el que no usé amplificadores Mesa / Boogie. Nos hemos separado. Usé amplificadores Dumble, el Overdrive Reverb de 100 vatios», continuó. “Dumble es el sonido de carne contra carne. También utilicé el Bludotone Universal Tone de 100 vatios: es un amplificador fabricado en Colorado. Intento muchas cosas diferentes, pero siempre vuelvo a mis dedos, un wah-wah de Cry Baby y el amplificador».

[Os recordamos que recientemente Mesa/Boogie ha pasado a formar parte de Gibson Brands, que compró la fábrica de amplificadores a principios de año. +info]

En otra parte de la conversación, Santana habló sobre las guitarras que llegaron al álbum, diciendo que solo usó su «Paul Reed [Smith] single-cut dorado [modelo Private Stock] que siempre entrega lo que sea necesario. No sé qué pastillas tengo allí», admitió. «Tendré que preguntarle a Paul Reed. Todo lo que sé es que suenan muy bien».

Y, cuando se le preguntó si alguna vez le había vuelto la cabeza una guitarra eléctrica que no era un PRS, Santana admitió que una vez tuvo una breve aventura con la Fender Stratocaster, diciendo: “Durante cinco o siete años, toqué una Strat mucho, no tanto en el escenario sino en el estudio. Grabé tres o cuatro álbumes con solo una Stratocaster”, reveló. “Eso fue los últimos 10 años, hasta este álbum, que es puramente Paul Reed, en el estudio y en el escenario. Pero, antes de eso, estaba usando esta vieja Stratocaster que encontré en Chicago. Una realmente destartalada. Quería conseguir un sonido de guitarra retorcido, áspero y barato. Pero he terminado con eso».